sábado, 23 de noviembre de 2013

Tergiverso dolente e indolente

A veces hay días que pienso,
Pienso y no hallo sentido,
Al pensamiento y el latido,
A la ciencia o al incienso.

Y otros días, yo pienso,
La gente medra y navajea,
No importa si guapa o fea,
Ni si ellos pinceles y yo lienzo.

Al final de todo, me digo,
Al terminar la partida,
Igual da qué fue tu vida,
Salvo que te tocara mendigo.

Mas no me sirve de abrigo,
Ese pensamiento indolente,
Olvidando que hay otra gente,
Más pasa que pasas o higos.

Sí, en mil años todos muertos,
Sí, en mil millones no hay nada,
Mas contra la injusticia, a espada,
Y con capa o sin ella, al huerto.


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