sábado, 16 de noviembre de 2013

Movember y mi semana

No recuerdo cuándo fue la primera vez que escuché hablar del proyecto Movember pero posiblemente fue el año pasado al ver bigotes que este año me suenan conocidos. Recuerdo que una de las veces que fui a comer con los que entonces eran mis antiguos compañeros de trabajo y hoy simplemente mis compañeros de trabajo, estaban recaudando fondos para el mismo.

La motivación es sencilla y basta una consulta en Google para encontrar esto: http://es.movember.com

Este año me he sumado a la misma y además voy a intentar hacerlo de una forma original, no dejándome crecer un bigote sino varios. Esta semana le tocó el turno al que en la guía aparece definido como "The trucker". ¿La semana que viene?. Pues ya veremos. Posiblemente no sea un Mo genuino, pero lo que importa es la intención ... espero.

Por otro lado, esta semana ha ocurrido también una de las mayores desgracias de los últimos años de la que no he estado convenientemente informado. Una de las cosas buenas de no ver televisión es que no ves telebasura. Una de las cosas malas es que, entre la telebasura, no aparecen noticias, ni de España ni del mundo. Lo suplo parcialmente con los podcast de radio y alguna que otra ojeada a news.google.es pero no es lo mismo. Acabo de buscar más información y debo reconocer que lo que he encontrado me ha alarmado y aliviado a partes iguales.

Sabía que era una catástrofe devastadora pero pensaba que sería mucho mayor. En particular en uno de los artículos habla de que es la tercer peor catástrofe de la historia reciente del país y en otro se habla de más de 4.000 muertos pero que los medios oficiales dicen que pueden ser bastantes menos. Normalmente estas trágicas noticias suelen evolucionar de forma inversa, cifras oficiales hablan de, por ejemplo, 1.000 muertos confirmados, luego 2.000 luego 4.000 y todavía 10.000 desaparecidos ... Algo así pasó en Japón en 2011 cuando fallecieron más de 15.000 personas o qué decir de Haití en 2010 cuando lo hicieron más de 300.000.

Así pues, como digo, alarmado y aliviado a partes iguales. Sin duda se trata de una catástrofe de tal magnitud que en Europa no podemos sino imaginar que nos lo imaginamos. Si hubiera pasado en Málaga algo similar seguro que todos conoceríamos a alguien afectado bien directa bien indirectamente y habría barrios o pueblos que quizás habrían quedado arruinados. Y a pesar de todo no debes ser fácil de comparar porque podríamos recibir rápidamente ayuda del resto de España por tierra, mar y aire. En aquellos lares, el grado de desarrollo y la orografía que limita las opciones a solo mar y aire debe complicar en grado sumo el reparto de esa ayuda

Y para acabar, un detalle sobre la semana. Esta semana se ha marchado un compañero de trabajo con el que cuya forma de pensar no siempre coincidía. Sin embargo, he de decir que quizás dentro de un tiempo coincida con él en más de lo que me gustaría. Algunos de sus comentarios se han ido probando más atinados de los que yo pensaba. Eso me hace recordar algo que pasó hace tiempo. Un antiguo jefe me preguntó: "¿Qué tal estás? ¿Contento en el equipo?". Yo respondí que sí a lo que a su vez me respondieron ... "Eso está bien, ya veremos el año próximo". :-).

Cuando entré a trabajar me prometí que, al menos durante dos años no podía permitirme quejarme. En enero hará un año así que el momento para quejarme se va acercando. Aunque eso no es nada nuevo, lo que todavía no ha pasado siempre está más cerca de pasar.

Un saludo, Domingo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario