domingo, 3 de noviembre de 2013

En la nube

No queda del todo claro si es incompatible estar en la nube y estar en las nubes. Lo que sí me queda claro, al menos a mí, es que he estado probando diferentes distribuciones linux en las últimas semanas. ¿Por qué? podrá preguntar alguno habida cuenta de que la que uso habitualmente (Fedora LXDE) me va de maravilla. Pues básicamente por eso. Creo que ya lo he comentado con anterioridad o, cuando menos, tuve la tentación de hacerlo. Al empezar en un nuevo trabajo a inicios de este año instalé una distribución ligera, que no consumiera muchos recursos por si necesitaba tener dos sistemas operativos ejecutándose a la vez.

Tanto me gustó lo que vi que se convirtió en mi sistema operativo de cabecera para casa durante meses. Y tras tantos meses me ha dado por preguntarme si fue solo casualidad o si fundamentalmente prácticamente todas las distribuciones ligeras son iguales. Por este motivo me he ido descargando todas las que he visto con buena prensa pasando por Puppy Linux, WattOS, un Fedora 19 normal, Archlinux, Lubuntu ...

Como resumen, no he encontrado nada que mejore lo que tenía. Ahora mismo escribo desde un Lubuntu que me está proporcionando unas sensaciones muy similares a Fedora, fundamentalmente porque se trata del mismo perro con distinto collar.

Así pues, ¿ha servido todo esto para algo?. Pues sí, por lo pronto son experiencias. Pero además de experiencias, me ha servido para aumentar el espacio en disco de Fedora, aflojándole ese cinturón de gigas que tenía el pobre. ahora han quedado dos linux con un tamaño adecuado para el uso que le doy y un Windows de tamaño excesivo, tanto por el uso que le doy como por comparación con los dos linux.

¿Y solo para eso?. Pues no, también para darme cuenta de lo siguiente:
Lo primero que hago tras instalar un SO (ahora mismo diría que mejor Fedora que tarda menos aunque se puede negociar) es hacer lo propio con Google Chrome. Tras eso, iniciando sesión con mi usuario ya tengo los plugins que necesito pero, como normalmente no lo hago, acabo instalando manualmente Adblock y DoNotTrackMe. Y aparte del navegador, un LibreOffice, otro AdobeReader, su VLC para los vídeos ... y poco más. Si acaso, algún programita sencillo de edición de textos. Vamos, un notepad de toda la vida. Aunque esto es más que nada por costumbre, no porque haga falta porque cada sistema operativo lleva el suyo y es solo cuestión de acostumbrarse a usar un nombre en vez de otro.

Como resumen, quitando tres programas muy concretos de escritorio, la mayoría de las cosas que uso están ya ... en la nube y asociadas a mi cuenta de Google. Situación más que curiosa si la comparamos con hace años y posiblemente igual de curiosa si la comparamos con la que se produzca dentro de 10 años. ¿Quién sabe?. A lo mejor releo este comentario dentro de 10 años desde un dispositivo táctil con forma de teclado sincronizado con un teléfono móvil con forma de guante. ¿Quién sabe?.

Un saludo, Domingo.

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