sábado, 27 de julio de 2013

De vacaciones ... un año después

Hace algo más de un año estaba también de vacaciones. Eso era prácticamente lo único cierto que sabía. No sabía qué me depararía el futuro y no es solo que no lo supiera, es que el futuro que hubiera imaginado para un años después era radicalmente diferente al presente ... y por muchos motivos. Uno de ellos era que la empresa en la que me hubiera gustado entrar estaba echando el cierre. Por suerte ... bueno, en realidad no fue la suerte, fue gracias al trabajo de los que ahora son mis compañeros, eso no sucedió.

Ahora, un año y escasos diez días después de mi primer y último despido (esperemos que el segundo tarde en llegar), me encuentro en un entorno laboral envidiable donde son muchas más las cosas buenas que las malas. Siendo además una de las malas que el cuidado que se profesa a los empleados dificulta ligeramente esa eterna batalla contra la báscula. Y es que voy a tener que ponerme a dieta antes de que los 3-4 kilos de más que he cogido tengan su impacto en las rodillas :-).

Por lo demás, ciertamente y como en todos lados, hay cosas que se podrían mejorar. Sin embargo, yo me tengo prohibido a mí mismo quejarme de nada al menos durante los próximos dos o tres años y es que no puedo sino estar agradecido a los compañeros que pensaron que podría hacerlo bien, a los que basándose en este criterio me contrataron y luego a todos aquellos con los que comparto ambiente de trabajo desde principios de enero.

Y bueno, ahora en las vacaciones a descansar, a hacer turismo y a terminar las cuatro rimas bien contadas que me quedan. Eso merecerá un comentario, probablemente más extenso que este.

Un saludo, Domingo.

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